¿Qué es una vulva normal?

La realidad es que no hay un aspecto único para la vulva.  Hay tantas vulvas como personas, aunque nos hayan educado poco sobre la gran variabilidad de lo que son unos GENITALES NORMALES … vaya sorpresa, no? Según las estadísticas de la Sociedad de Cirugía Plástica y Estética de Estados Unidos más de 500 adolescentes se habían sometido a intervenciones quirúrgicas para cambiar el aspecto de su vulva en 2016. Unos datos que arrojaban un aumento de más del 150% respecto el 2014.

La Sociedad Canadiense de Ginecología y Obstetricia también remarca el auge de esta tendencia en adolescentes con edades cada vez más precoces, así apunta que las niñas entre 9-13 años solicitan dicha cirugía para aliviar los síntomas que interfieren en su vida cotidiana como al hacer deporte. O bien son las madres la que la solicitan porque perciben la vulva de su hija de una forma anómala.

A partir de los 14 años, los motivos para solicitar la cirugía cambian, las adolescentes se preocupan más por su imagen y que su pareja sexual las encuentre anormales o poco atractivas.

¿ A qué se debe el aumento de demanda de este tipo de cirugía?

Uno de las principales razones sin duda es el bombardeo constante de imágenes que muestran vulvas con unas características estéticas muy concretas y cuyo origen suelen ser películas pornográficas, productos de sex shop e incluso algunos cómics. Es decir, las principales fuentes de educación sexual que tienen nuestros adolescentes muestran vulvas completamente infantilizadas, rasuradas y con labios de aspecto prepúber en la mayoría de los casos.

¿Existe un consenso entre los profesionales para hablar de hipertrofia de labios vulvares?

Pues la realidad es que NO, del mismo modo que tampoco existen unos criterios consensuados para realizar dicha operación. Los genitales femeninos se van modificando a lo largo de la vida de la mujer, por eso es importante tener consciencia del riesgo que representa realizar una cirugía en un tejido en evolución. El resultado puede ser inestable y llevar a reintervenciones.

Por eso, si se realiza, al menos se debe haber completado el desarrollo puberal. Se han descrito diferentes causas que explicarían el hecho de tener unos labios más o menos largos, gruesos o incluso asimétricos. Como por ejemplo traumatismos en la infancia, infecciones recurrentes en el periodo prepuberal, la manipulación manual constante y algunas malformaciones congénitas ( estos casos son la minoría y requieren un abordaje a parte y de forma individualizada).

Los posibles síntomas que se han reportado son principalmente clínica de irritación y dolor ( sobretodo con las actividades físicas), interferencia con la higiene menstrual o con las relaciones sexuales.

Por último vale la pena que hablemos del papel del profesional sanitario (normalmente suele ser un/a ginecólogo/a o cirujano/a plástico/a). Qué deberíamos esperar de ellos, y de esa consulta y que es lo que realmente nos encontramos.

La Sociedad Americana de Ginecología y Obstetricia se posicional de forma contundente sobre cómo debe actuar el médico ante este motivo de consulta. Sobretodo si esta mujer es una adolescente, aun en periodo de desarrollo sexual y menor de edad.

  1. Lo primero, y creo que más importante, EDUCACION Y ASESORAMIENTO, deberían ser una prioridad de cualquier profesional que aborda este tema, para garantizar que las mujeres tengan información confiable sobre las variaciones normales y los cambios fisiológicos en la vagina y la vulva a lo largo de la vida. Y sobre las posibles consecuencias involuntarias de la cirugía estética en el área genital
  2. PROFESIONAL SENSIBILIZADO Y FORMADO: Que tenga conocimientos sobre alternativas no quirúrgicas para tratar los posibles síntomas reportados por la mujer/adolescente y así mejorar su calidad de vida.  Y a la vez conocimientos suficientes sobre qué casos la cirugía podría ser una alternativa real y los “timings” de esta.
  3. Ofrecer una INFORMACIÓN detallada sobre la técnica quirúrgica y las posibles consecuencias y cómo afectarían éstas a su vida sexual futura. Evitar banalizar este tipo de cirugía y reducirla  a “ cortamos un poco por aquí y otro por allá, y ya está”
  4. VALORAR UN ABORDAJE MULTIDISCIPLINAR: Si finalmente la cirugía es la opción que elige la mujer, debería descartarse la existencia de un trastorno dismórfico corporal.
  5. EXPECTATIVAS VS REALIDAD: discutir con la mujer las expectativas del tipo de cirugía y las posibilidades reales- expectativas reales.

Debería formar parte de la educación sexual visibilizar y normalizar la variabilidad de vulvas. Una vez más, la falta de esta, y la pornografía como principal fuente de educación sexual está jugando en contra de la sexualidad femenina al infantilizar las vulvas e imponernos un canon de belleza único y lejos de la realidad de la mujer adulta.

Deja un comentario